FUNCIONAMIENTO
La ampliación se logra cuando la luz atraviesa cada serie de lentes. Los prismas corrigen la imagen colocándola en la posición correcta, por medio del principio de reflexión interna total, a diferencia de los telescopios que la muestran invertida. Tradicionalmente, la mayoría de los modelos usan un par de prismas porro. El ocular de cada cámara no está alineado con el objetivo, y el prisma refleja la luz en forma de S hacia el ocular.
Como abundan los modelos de prismáticos con alta ampliación de imagen, en inglés se define a los prismáticos como un par de pequeños telescopios.
Muchos modelos permiten ajustar la distancia entre los oculares (distancia interpupilar) para adaptarse a la cara de diferentes usuarios. También poseen un anillo de enfoque que se gira para enfocar la imagen. Generalmente, el ocular derecho tiene un anillo de corrección dióptrica, que se gira para conseguir la dioptría diferente en el ocular izquierdo y mejorar aun más el enfoque de la imagen observada con ambos ojos.
ESQUEMA DE UN PRISMÁTICO CLÁSICO
Los prismáticos o binoculares indican sus características ópticas en la carcasa o montura mediante un par de cifras numéricas separadas por el signo “X”. Estos números se refieren al aumento o potencia visual (primera cifra) y al diámetro (en mm) de las lentes frontales (segunda cifra), respectivamente. Así, un prismático que en su montura indique 8 x 40 significa que tiene 8 aumentos, y que el diámetro de sus lentes frontales es de 40 mm.
POTENCIA
La potencia del prismático, esto es, el aumento, es un factor de gran importancia, e indica la capacidad del prismático para acercar la imagen. Como hemos señalado, el valor de aumento viene indicado por la primera cifra del par inscrito en la montura. Valores de aumento por debajo de 8 han de considerarse como bajos, siendo igualmente baja la capacidad del prismático para acercar la imagen y apreciar detalles. Valores entre 8 y 10 son normales, e identifican prismáticos de uso general, adaptables a una amplia gama de requerimientos (náutica, caza, naturaleza, vigilancia, etc.). Valores de aumento entre 10-16 son ya decididamente altos, y logran un notable acercamiento de la imagen, con gran capacidad de apreciación de detalles. Por último, binoculares por encima de los 16 aumentos son muy potentes, estando especialmente indicados para usos especializados (observación a larga distancia, astronomía, etc.).
El incremento de la potencia en los prismáticos implica normalmente una mayor tendencia a la vibración de la imagen. Así, una persona no entrenada puede enfocar a mano con facilidad unos prismáticos de 8 aumentos, mientras que con otros binoculares de 16 aumentos encontrará muy probablemente una desagradable vibración de la imagen, teniendo que recurrir al auxilio de un trípode. En general, para prismáticos de aumento superior a 12 se recomienda el uso del trípode, y es prácticamente obligado (si se desea una visión precisa)
CAMPO
Otra característica ligada a los prismáticos de gran potencia es la disminución del campo de visión, esto es, del área abarcada de visión a una cierta distancia (en general 1000 m). Así por ejemplo, un prismático de 15×60 abarca a 1000 metros de distancia un área ó “anchura de visión” de 75 metros, otro de 10×40 aumenta el campo hasta unos 100 metros mientras que un modelo de 8×30 abarca, a la misma distancia, un campo de visión de 135 m.
Esta circunstancia puede considerarse como un inconveniente menor, aunque influye notablemente en la capacidad o rapidez para localizar un objeto o punto cuando se encaran los prismáticos. Lógicamente en prismáticos de baja potencia ocurre lo contrario : el campo de visión es amplio, y resulta mucho más fácil localizar y enfocar un objeto determinado. De manera aproximada, los prismáticos de hasta 10 aumentos suelen disponer de campos de visión amplios, mientras que por encima de este valor de potencia, el campo de visión disminuye considerablemente.
Los prismáticos tipo zoom disponen de aumentos variables, gracias a un palanca o mecanismo situado normalmente en el ocular, cuyo accionamiento logra incrementar o disminuir la potencia (aumentos) del prismático. Su resultado suele ser mediocre, por no decir malo (deficiente nitidez), y su uso no es recomendable.
LUMINOSIDAD
El resultado de dividir el diámetro de las lentes por el valor de aumento indica la luminosidad del prismático, es decir, su rendimiento en condiciones de poca luz, valor de gran importancia a la hora de hacer una primera selección de nuestras necesidades.
En el ejemplo anterior, un prismático de 8×40, el valor de la luminosidad se obtiene dividiendo el diámetro indicado de lentes (40) entre el aumento (8), resultando por tanto un valor de luminosidad igual a 5. En otro caso, un prismático de 8×30 tendrá una luminosidad de 3’8, mientras que otro prismático de 8×56 resultará de una luminosidad de 7, y en un prismático de 10×21 la luminosidad será de 2’1.
Clasificación por luminosidad
Valor de luminosidad | |
3,5 o inferior | prismático foco luminoso |
Entre 3,5 y 4 | prismático normal |
Entre 4 y 5 | prismático luminosidad buena |
Superior a 5 | prismático muy luminoso |
MONTURA
Un prismático es un conjunto de lentes estructurado y protegido por una carcasa o montura, en general metálica. Las características de la montura y los sistemas ópticos (lentes y prismas, enfoque y nitidez, corrección de dioptrías, etc.) son aspectos de indudable importancia, pues influyen notablemente en la calidad del prismático, en su precisión y en su resistencia a las condiciones ambientales.
Las características y diseño de la montura influyen decisivamente en la resistencia del prismático frente a las condiciones ambientales (lluvia, frío intenso, etc.) y en la mayor o menor comodidad de manejo (ergonomía). Las monturas de calidad normal vienen engomadas exteriormente, para facilitar el agarre y ofrecer cierta protección frente a la lluvia. Las monturas de más alta calidad son herméticas al agua y al polvo, y las cámaras internas vienen rellenadas de gas nitrógeno, a fin de que no se produzca empañamiento interior a temperaturas bajo cero. Lógicamente, sus precios son proporcionalmente altos.
LENTE
La calidad de las lentes es esencial en el rendimiento óptico de un prismático. De entrada, deben desecharse inmediatamente los prismáticos con lentes denominadas “orgánicas”, que significa pura y simplemente que están fabricadas con plásticos o productos similares, pues a largo plazo su rendimiento óptico tiende a disminuir notablemente (aunque abaratan los prismáticos y reducen su peso). Las lentes minerales son, en consecuencia, primer signo de calidad de un binocular, y los distintos tratamientos y precisión de diseño aplicados por el fabricante incrementan acusadamente su rendimiento. En general, para prismáticos de cierta calidad, deben exigirse lentes “multitratadas” y/o “asféricas”, procesos de fabricación que mejoran la calidad de la lente y se traducen en una mayor nitidez, luminosidad y transmisión del color. Algunos modelos modernos de prismáticos de uso astronómico utilizan incluso lentes de fluorita, material que minimiza las distorsiones ópticas y de color de la imagen.
PRISMAS
Los prismas son una especie de lentes minerales de forma prismática que transmiten y desvían la luz en el interior del prismático. Al igual que hemos comentado para las lentes, la calidad de los prismas es proporcional a la calidad de imagen. Por supuesto, deben rechazarse prismas “orgánicos”, y de entre los minerales resultan de especial calidad los que han sido objeto de tratamientos, en general denominados “bak-4″ o “revestidos”.
El modo de disposición de los prismas identifica dos tipos de prismáticos. En el modelo clásico, los prismas se disponen en dos cámaras separadas y no están alineados respecto a la montura, denominándose prismas de “porro” . Un segundo tipo, más moderno, es el denominado “compacto” y dispone las dos cámaras prismáticas alineadas y unidas (prismas “dach” , "recto" o “de techo”), siendo su fabricación más compleja.
Los modelos clásicos, tipo “porro”, son más fáciles de fabricar y su visión tiene más profundidad de campo, es decir, capacidad de diferenciar entre el primer plano y el fondo de una imagen.
Los prismáticos con prismas de techo, que también se conocen como prismáticos compactos, tiene en general menor tamaño y forma más estilizada que sus homólogos clásicos, y su calidad de imagen es similar o superior a la de los clásicos, aunque normalmente a precios más altos.