MEDIDORES DE ULTRASONIDO
Los medidores de ultrasonidos funcionan según el principio del tiempo de propagación del sonido:
Estos medidores emiten una onda sónica de forma cónica, dispersa e inaudible por el oído humano.
La onda rebota sobre el obstáculo que se encuentra en frente (en principio una pared) y vuelve a su punto inicial (el medidor que es a la vez emisor y receptor).
Partiendo de la base en que la velocidad del sonido es más o menos estable, el medidor determina la distancia en función del tiempo transcurrido entre la emisión de la onda y su recepción tras el rebote.
En la medición por ultrasonidos influyen otras variables (temperatura, presión, etc)
Inconvenientes de la medición por ultrasonidos:
No es que la precisión sea baja. El problema radica en que la precisión es solo aproximada, debido a las variables que pueden influir en la medida.
Los diferentes obstáculos (muebles, plantas, columnas, personas...) presentes en el campo de la onda falsean irremediablemente la medición. Otro aspecto son las variables atmosféricas que inciden en la bondad de las medidas.
De igual manera no funcionaran correctamente cuando la superficie de reflexión no sea sensiblemente perpendicular a la línea de medición, ya que el rebote será perpendicular a esa superficie y el instrumento dará error de medición.
El radio de alcance no suele superar los 20 metros
¡ Atención !
Aunque muchos medidores por ultrasonidos utilizan un rayo luminoso rojo para determinar el punto final de medición, este rayo es solamente un elemento de puntería, es decir una referencia visual para el usuario.
No se trata de una medición por láser. Los problemas de dispersión propios a la tecnología ultrasonidos siguen existiendo.
Con un medidor láser, siempre y cuando pueda visualizar el punto rojo, la medición resultará correcta... independientemente de todos los obstáculos presentes.